Los carbohidratos ocultos en el pienso de tu mascota: descubre porqué los excesos inflaman su cuerpo y cómo elegir mejor

INTRODUCCIÓN
Aunque los carbohidratos están presentes en la mayoría de los alimentos comerciales, especialmente los secos, tanto perros como gatos no están diseñados biológicamente para metabolizarlos en grandes cantidades.
Los perros son carnívoros facultativos (también se les conoce como omnívoros oportunistas), lo que significa que pueden digerir ciertos carbohidratos, pero no los necesitan para sobrevivir.
Los gatos, por otro lado, son carnívoros estrictos: su metabolismo está optimizado para obtener energía de proteínas y grasas, no de almidones.
TIPOS DE CARBOHIDRATOS

No todos los carbohidratos son iguales.
Aquí es donde conviene matizar: no todos los carbohidratos son perjudiciales. Su impacto depende de su tipo, calidad y cantidad.
La primera división clave que tenemos que hacer es entre ALMIDONES y FIBRAS, pertenecientes al mismo grupo de carbohidratos complejos pero con funciones y estructura distinta:
🌾 ALMIDONES:
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Son polisacáridos digestibles, el cuerpo los descompone en glucosa, que luego se usa como fuente de energía.
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Se encuentran en alimentos como:
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Cereales (trigo, arroz, avena)
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Tubérculos (patata, boniato)
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Legumbres (lentejas, garbanzos)
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Requiere de cocción
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La genetica de cada perro le aporta diferente capidad de
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digestión: depende de la cantidad de enzima amilasa que
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presentan. Ejemplos de los dos extremos: algunas razas,
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como el Saluki, han desarrollado una mayor tolerancia y
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adaptación a los carbohidratos debido a su historia evolutiva en Oriente Medio, donde no tenía acceso costante a carne fresca. Otras, como el Husky, tienen un metabolismo más eficiente en el uso de grasas y proteínas, y digieren peor los almidones por ser criado principalmente en Siberia donde la dieta predominante es carne y pescado. Entre estos extremos hay una gran variedad de razas con digestibilidades intermedias. Por eso, no se trata de demonizar los carbohidratos, sino de entender qué tipo y en qué cantidad son adecuados para cada animal.
🌿 FIBRAS:
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Se dividen en:
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Fibra soluble (FERMENTABLE): se disuelve en agua y forma una especie de gel. Ayuda a regular el la glucemia en sangre y actua como alimento para las bacterias intestinales, tan importantes para la salud.
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Fibra insoluble (NO FERMENTABLE): no se disuelve en agua. Aumenta el volumen de las heces y favorece el tránsito intestinal.
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Fuentes comunes:
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Frutas y verduras
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Legumbres
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Granos enteros (especialmente el salvado)
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A partir de esta clasificación y teniendo en cuenta además la presencia de
gluten y la modificación transgénica, podemos dividirlos en tres grandes
grupos:
1. Patatas, boniato, arroz integral, frutas y vegetales: fuente de fibra,
antioxidantes y micronutrientes. Las mejores opciones.
2. Avena y cebada: moderadamente beneficiosos. La avena no contiene
gluten de forma natural, pero puede tener trazas por contaminación cruzada.
3. Trigo, centeno, arroz blanco, soja y maíz: menos recomendables por su alto índice glucémico, presencia de gluten y riesgo de transgénicos. Si están presentes, o peor, son de los primeros ingredientes en el listado de tu saco de pienso es mejor que valore cambiar pienso a tu mascota porque no son recomendables para su salud.

CÓMO CALCULAR SU CANTIDAD EN EL PIENSO
Solo tienes que mirar la etiqueta y aplicar esta fórmula sencilla:
100 – (% proteína + % grasa + % fibra + % cenizas + % humedad) = % carbohidratos
Ejemplo:


¿POR QUÉ UNA DIETA ALTA EN CARBOHIDRATOS PUEDE PERJUDICAR LA SALUD DE TU PERRO O GATO?

1. Perros y gatos son carnívoros, no están diseñados para procesar % de carbohidratos altos
Como ya he mencionado, tanto perros como gatos no están diseñados biológicamente para metabolizarlos en grandes cantidades. Y los alimentos ultraprocesados suelen tener entre 30 % y 60 % de carbohidratos, lo cual genera picos de glucosa que provocan sobrecarga pancreática e inflamación crónica.
Además, el proceso de extrusión utilizado para fabricar el pienso seco genera compuestos llamados productos de glicación avanzada (AGEs), que promueven el estrés oxidativo y dañan órganos como el páncreas, los riñones y el sistema nervioso.
2. Microbiota intestinal y salud inmunológica
Los carbohidratos de alto índice glucémico alimentan bacterias
perjudiciales en el intestino, lo que puede provocar disbiosis,
inflamación local y el llamado “síndrome de intestino permeable”
(relacionado con el GLUTEN). Esta condición debilita la barrera
intestinal y permite que toxinas y antígenos pasen al torrente
sanguíneo, desencadenando alergias, enfermedades autoinmunes,
problemas digestivos persistentes e incluso alteraciones en la piel
y el comportamiento.
3. Efectos metabólicos negativos: obesidad e inflamación sistémica
Un exceso de carbohidratos se convierte rápidamente en grasa corporal, lo que lleva a la obesidad. Esta condición es un potente factor inflamatorio, afectando articulaciones, respiración, corazón y longevidad del animal.
En gatos, dietas bajas en proteínas y altas en carbohidratos disminuyen la tolerancia a la glucosa, favorecen hiperglicemia, la hiperlipemia y la resistencia a la insulina.
5. Páncreas sobrecargado y riesgo de pancreatitis
Aunque siempre se suelen relacionar las pancreatitis con dieta con alto contenido de grasa, la realidad es que debido a que los perros solo producen amilasa digestiva en el páncreas, las dietas ricas en carbohidratos también generan una sobrecarga en este órgano, aumentando el riesgo de pancreatitis.
Estudios indican que perros alimentados con dietas secas altas en carbohidratos presentan niveles más elevados de triglicéridos (factor de riesgo para pancreatitis) que aquellos con dietas crudas y bajas en carbohidratos.
RECOMENDACIONES FINALES PARA UNA DIETA SALUDABLE
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Prioriza alimentos ricos en proteínas de calidad y grasas saludables.
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Si incluyes carbohidratos, opta por los del grupo 1: vegetales, frutas, boniato, arroz integral.
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Evita piensos con más del 30% de carbohidratos, especialmente si no se especifica su origen.
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Observa cambios en comportamiento, digestión o piel: pueden ser señales de intolerancia alimentaria.
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Considera hacer análisis periódicos para evaluar inflamación y salud metabólica.